martes, diciembre 11, 2007

Mariconeando

Mi buñuelo se fue de viaje por trabajo, y nos quedamos Suipacha y yo con cara de trapo rejilla, desde hoy a la matina con el beso en pillama antes de que se cierre la puerta del ascensor.
Así que hoy dormimos solas.
Podés creer que no se que carajo hace el resto de la gente cuando llega de trabajar? Yo sé que hago, yo llego y te espero, o llego y te abrazo o cosas así.

Hace tanto que estoy acostumbrada a eso, y hace tanto mas de la última vez que era normal llegar a casa y dormir sola. Y cambió tanto todo que ando como perro sin correa. Hecha una boluda, bah.

Mirá como será, que hasta Suipacha anda lloriqueando por los rincones y durmiendo arriba de tus zapatillas. Y como yo me atraqué con tarta de choclo, le hice el favor a ella y le dí un poco de comida aunque no le toque.
Ya que bien sabemos que panza llena, corazón (un poco mas) contento.

En fin, eso.
Y para variar en VH1 engancho un compilado mazoca de canciones de amor ochentosas.
Me bua a murmir con mi niña abrazadas a la almohada.

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