Algunas noches como las de anoche tengo sueños rarísimos. Gente que se muere porque juguetes con líquido adentro les explotan en la cara, filmaciones de un comercial, refugios antidesastres con gente durmiendo en el suelo arriba de frazadas verdes, modelos rubias que me quieren robar el novio, camas antiguas, manchas de humedad en el techo, secretos que te descubro, perder mi ropa y terminar desnuda, peleas a los gritos, globos con forma de gatitos negros...
A penas me despierto me acuerdo detalles de todo. A medida que va corriendo la mañana se me van borrando las imágenes y de a poco quedan así tal cual las escribí recortes sintéticos de lo que fue todo eso.
Pero algunas mañana, como la de hoy, me quedan sensaciones extrañas. Una suerte de certezas, que me dicen que entre todo ese bardo, hay algo que se intenta revelar como un presagio, o algo a lo que prestarle atención. Es extraño, porque me ha pasado de soñar cosas casi idénticas en diferentes momentos, y por alguna razón, en uno de los dos sueños la misma situación parece ser una especie de 'mensaje de alerta' y otras veces es solo algo que sucede dentro de un sueño y punto. No sé como explicarlo.
Sueño mucho en general, y me acuerdo casi siempre lo que sueño. Además quienes me conocen saben que tengo sueños de alto presupuesto, no es que de repente estoy en el living tomando mate y salgo al chino a comprar galletitas. No. Sueño muchas muchas cosas que requieren como mínimo un especialista en efectos especiales. Campos abiertos con televisores que se prenden fuego solos y se derriten, ataques de abejas gigantes al mejor estilo 'Birds' , grupos de gemelos que bailan canciones raras, gente a la que le corto los pies, muñecos de peluche que cobran vida, nenas que me punguean para que les entregue el porcelanato de la cocina, ser asesina a sueldo en el 1900, nazis vestidos con joggins de 'cirè' rosa(o como se escriba), cigarrillos que armo con crayones, y muchas cosas más en esa onda desquiciada y sin sentido.
Me gusta anotar lo que sueño, así rápido, no es que me escribo un cuento, pero lo hago y si no, en su defecto consigo a alguien y lo comparto.
Pero en días como hoy, me que quedo con el sueño para mí. Porque le siento olor raro, y me agarra la paranoia, y creer que uno está recibiendo señales es muy molesto, porque la única manera de saber si es una verdadera 'señal', es comprobarlo en la realidad, pero cuando esa señal parece marcar algo que es una completa mierda que no querés que ocurra, es un dilema.
Prestarle atención a la sensación premonitoria, significa prestarle atención, con el riesgo de empezar a encontrarle forma a algo que no es, como las viejas que creen tener tostadas con la cara de la virgen. Y más allá de eso, también puede significar darse cuenta, descubrir algo que antes de soñarlo no era nada, no pasaba, y eso a veces no está bueno, sobre todo si, como mencioné más arriba, lo que se descubre es una mierda envuelta para regalo que te explotará en la cara apenas abras el paquete.
Yo que sé, no te cuento lo que soñé, pero vale que digas que me ahogo en un vaso de agua, y que me complico al pedo porque tengo tiempo libre, todo bien. Porque para no salir corriendo a ver si la mierda que me pronosticaron oníricamente es cierta, yo igual estoy pensando eso: Que pelotuda que sos, Paula, no te compliques al pedo.
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