domingo, noviembre 25, 2012

Cuento Minúsculo III


El brazo surgió de entre las sábanas tanteando en busca del teléfono que todavía no había sonado. Los pies se estiraron como acto reflejo en respuesta a un bostezo. Inmóvil, con un tatuaje de almohada en la cara, muy cerca de dónde las lagañas todavía nublaban la vista. 
Despertó un rato antes que el día y no supo bien que hacer.

No hay comentarios: