jueves, enero 20, 2011

Pienso cosas como esta...

Hace unos cuantos días me asusté. Yo igual, me asusto fácil. Te aparecés despacito en el baño mientras me apretujo la cara y grito como si hubiera visto a Fernández Meijide sin maquillaje respirándome en la nuca. O sea.
Pero para asutarme de cosas serias, para eso soy más durita. No me alcanza con ver el abismo de cerca, tengo que sentirme cayendo, o eso creía hasta hace algunos días.

El concepto de finitúd, que nos involucra a todos, nunca me preocupó demasiado. Obvio que pienso en la muerte a veces, en que se sentirá, en que dirán el día que me muera, si será de vieja o un día de estos abajo de un bondi.
Soy más de pensar en la muerte de los otros, me angustia pensar que puedo perder a las personas que quiero de un día para otro. Eso si me asusta y me asustó siempre, mucho más que mi propia muerte.

Como decía, hace unos días me asusté. Bah, susto-susto no sé si fué. Sino que fué como cuando empezás a ser conciente de algo. Zopetón, balde de agua fría, decile como quieras.

No soy boluda, yo sé que me voy a morir. No sé si mañana, pasado, o dentro de 46 años. Un día me voy a morir. Y hace un tiempo que algunas situaciones que me tocaron, me sopapearon con esa posibilidad, siempre latente y real, pero a la que nunca le dí demasiada bola.
Y en realidad no me asusté de morirme. Aunque decir que a uno no le dá al menos 'cosa' pensar en eso, sería mentir. Lo que más me resonó en la cabeza, fué pensar en que estoy haciendo con mi vida, o más bien, si lo que hago, lo hago pensando en que mañana existe como para todos, la posibilidad de estirar la pata.

Todos los días uno hace cosas, elije, decide, abraza, dice, come, sonríe, besa, disfruta, se angustia, se enoja, putea, labura, conoce, duerme, coje,(Bueno no todos los días, pero siempre que hay ganas y tiempo), como sea. Mí planteo es en realidad si estoy haciendo lo que quiero hacer, si abrazo a todos los que quiero lo suficiente, si digo lo que quiero decir o me guardo algo, si como todo lo que quiero, si hago lo posible por conocer lo que tengo ganas, si duermo demasiado o quizá poco, si lo disfruto, si me angustio por pelotudeces, si me río mucho, si no putearé por cosas sin importancia. En fin, no me asusta morirme, me asusta no vivir como quiero vivir hasta que llegue ese día.

Eso, me pongo existencialista, profunda, no sé que mierda.
Pero no me quiero morir arrepentida de algo, no me quiero morir arrepentida de nada.

No hay comentarios: