Besos

Me diste un beso a medias. Un beso que no entendí. 

Pensé que ese beso era producto de los nervios, de no conocerme, de sacar de la virtualidad una boca y tener que ver como era.

Pero no, besabas a medias. Todos los besos desde el primero hasta el último fueron así. Con la lengua atolondrada, miedosa y amarreta.

Una vez hace mucho me besaron así. 

Teníamos 14 años y Esteban besaba con miedo. 

Se metía puñados de palitos de la selva en la boca, porque no se quien le había dicho que me gustaban. Me besaba con la saliva dulce y rosa.

Estéban un día se murió.

Un día lejos de mis besos cuando ya éramos grandes. Manejó rápido, mal, no sé. Pero se murió, me lo contaron y lo vi en los diarios del pueblo.

Tus besos, eran como los besos de Esteban con 14 años.

Pero los besos de Estebán me gustaban más.