Las tetas a veces hablan.
Solo
algunas mujeres podemos darnos cuenta de eso
aunque
no sea un gran secreto.
A veces
se quedan en el medio de un abrazo
y se acomodan suaves entre dos corazones.
Confirmando
la ternura y la elección.
Otras
veces te dicen que no te asustes pero que hay algo raro.
Que
mejor no.
Otras
simplemente se ponen raras mientras dormís
y te
levantás de la cama pensando en correr a la farmacia.
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