lunes, agosto 05, 2013

Que se olviden



(Ilustración de Luke Best)
Estaba escuchando una canción y me di cuenta que a lo que más miedo le tengo en el universo, es a que la gente no se acuerde de mí. Que se olviden.
Me aferro a los recuerdos que tengo de los otros, con la esperanza de que eso, de alguna extraña e ilógica manera, los haga pensar en mí. Entonces no me habrían olvidado. Y entonces no tendría ningún miedo porque ellos me estarían recordando.
Paro un segundo a prender un pucho y calentar agua para el mate. En ese recorrido que hay desde la silla a la cocina, acá a dos pasos. Formulé mentalmente la teoría de que eso me pasa porque mi papá me abandonó y entonces ese cachito que se rompió cuando se fue, se traduce en el miedo a que los demás se olviden de mí.
Para cuando estoy sentada en la silla otra vez. Empiezo a reformular la teoría, porque me convenzo. “No puede ser eso solo”. Como un pequeñito sistema de defensa que intenta restarle importancia a un padre ausente.
Entonces en la nueva teoría, la culpa es de mi ex, de mi vieja, de mi inseguridad infinita, de eso feo que me pasó durante un tiempo.
Pero en el fondo se que no.
Y al final no importa mucho, porque de lo que yo tengo miedo es de que me olviden. Y morirme hasta en los recuerdos.



1 comentario:

zappa dijo...

y yo justo hoy me acordé de vos, y vine a visitar tu blog
te mando un abrazo